Los datos del desempleo en Castilla y León, correspondientes al pasado mes de enero, confirman la fragilidad de la economía, que se traduce en una subida nuevamente del paro, tal y como reflejó también la semana pasada la Encuesta de Población Activa.
Así, a nivel intermensual, el paro aumentó en 3.461 personas en relación al mes de diciembre, un 3,07%, frente al 2,23% nacional, situando la cifra de desempleados en la Comunidad en 116.084 personas, un 7,6% menos que hace un año.
Por su parte, el número de afiliados a la Seguridad Social disminuyó en 10.692 personas, un 1,11% respecto al pasado mes, la misma cifra que en España, situándose en 950.695 personas.
Para CEOE Castilla y León, estos datos se enmarcan nuevamente en un contexto de incertidumbre que ya se prolonga durante varios meses, una caída de la cifra de negocios, un deterioro de los niveles de confianza y un aumento de costes empresariales que está teniendo impacto en la contratación de las empresas, dadas las dificultades a las que se enfrentan cada vez más el empresariado.
Además, se mantienen las dudas sobre la evolución de la ocupación y el paro en los próximos meses y es evidente que las reformas laborales que están en proceso de negociación, tendrán incidencia en las decisiones empresariales.
En este contexto, la creación de empleo requiere plantear políticas y medidas que favorezcan la actividad y competitividad empresarial. Es imprescindible evitar actuaciones que lastren la competitividad empresarial y, en consecuencia, la capacidad tanto de generar inversiones como de crear empleo e incrementar su duración.