Los datos de la EPA correspondientes al tercer trimestre del año ponen de manifiesto el esfuerzo y el compromiso de nuestro tejido empresarial por el incremento de su actividad y, por tanto, del empleo, pese a la persistencia de factores como la incertidumbre política y regulatoria, y el aumento de los costes empresariales.
Así, los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), sitúan el número de desempleados en Castilla y León en el tercer trimestre en 107.600 personas, cifra que supone un descenso del 0,94% (1.300 personas) respecto al mismo trimestre de 2023, fijándose la tasa de paro en el 9,34%, frente al 11,21% nacional. Si tomamos como referencia el trimestre anterior, el paro disminuyó en 2.900 personas, un 2,39%.
Por lo que hace referencia a la población ocupada, se situó en un total de 1.044.500 personas en Castilla y León en el tercer trimestre del año 2024. Con relación al trimestre anterior supuso un aumento de 32.000 personas (3,17%), y un incremento de 23.500 personas (2,31%) respecto al mismo trimestre al año anterior.
Pese a estas cifras, CEOE Castilla y León constata cómo aún continúan las serias dificultades que afectan a nuestro tejido empresarial y que limitan su desarrollo. El mercado laboral no es inmune a las dificultades que enfrentan las empresas. Nos referimos nuevamente al incierto panorama en el plano nacional e internacional, al aumento de los costes empresariales, la incertidumbre regulatoria y la especialmente preocupante pérdida de productividad en el trabajo, que puede verse agravada si se sigue avanzando en próximas reformas legales que, en el mejor de los casos, van a servir para perpetuarla en el tiempo.