- ¿Cómo has conseguido llegar donde estás ahora?
La verdad es que yo he llegado a este mundo un poco por el destino de la vida. Yo soy licenciada en periodismo y después de trabajar varios años en Madrid de periodista, por motivos personales, me vine a vivir a Ávila y es aquí donde viendo las tendencias que se seguían en Madrid en el mundo de los eventos y ver que en Ávila éste sector tenía un gran vacío en nuestra ciudad, decidí junto a mi hermana montar una empresa de organización de eventos. También es verdad que contábamos con una finca propia, la finca El Montecillo, que nos sirvió de gran ayuda a la hora de organizar allí distintos eventos (bodas, comuniones, reuniones de empresa, ocio y tiempo libre, granja escuela…).
- ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Me gusta ser mi propia jefa, tener mis propios horarios (aunque éstos suelan ser más amplios que si no tuviera empresa), tomar mis propias decisiones con sus aciertos y sus desaciertos, pero también es verdad que como autónoma me siento bastante desprotegida en muchos aspectos. Al autónomo se le cuida muy poco por no decir nada, se le dan pocas ayudas…pagamos altas cuotas del cupón de autónomos con bajas bases reguladoras y por consiguiente prestaciones muy bajas de cara a una incapacidad de IT, incapacidad permanente, desempleo o jubilación….tenemos gastos de cargos de administradores no fiscalmente deducibles en el Impuesto de Sociedades…el autónomo es el que genera empleo y creo que deberían “cuidarnos” mucho más.
- ¿Qué les recomendarías a las mujeres que acaban de entrar en el mundo laboral y quieren tener un puesto sénior?
Que luchen por lo que quieran, que cumplan sus sueños y metas. Las mujeres de hoy son muy muy válidas, muy trabajadoras, muy meticulosas, son capaces de abarcar mucho porque somos muy organizadas, fuertes y luchadoras. Estamos muy preparadas en todos los sentidos.
- ¿Cómo logras separar tu parte privada y conciliar?
Es verdad que es difícil cuando eres autónoma y tienes tu propia empresa. Es inevitable llevarte los problemas a casa y no desconectar, si bien es cierto que con el tiempo y la experiencia he intentado dejar en la medida de lo posible los problemas de la empresa aparcados en la empresa y no llevarlos a casa ni a mi ámbito familiar. Al principio me desvelaba por las noches, me pasaba horas y horas sin dormir pero poco a poco he conseguido ir trabajando éste aspecto y lo llevo mejor.